Como ya es costumbre, Megadeth volvió a Argentina ¿La excusa? El 20 aniversario de su disco "Youthanasia", y la celebración también, de los veinte años de su primer visita en el país. El pasado jueves 1 de mayo, y con un lleno total, el estadio Malvinas Argentinas vibró nuevamente junto a unas de las bandas más queridas del Metal por éstas tierras.
| Crónicas |
Luego del show de Helker, que sonó muy bien por cierto, dejando temas como "Falsos profetas", "Resistir", "Igual que a vos" y "Redención", entre otros, la espera se alargó bastante antes de poder ver a la banda del colorado, a tal punto que la gente se entretenía revoleando un papel higiénico o aplaudiendo a algún que otro loco gritando sin parar desde las plateas: "¡¡Aguante Megadeth!!".
Finalmente, 21:30 horas terminaría la espera cuando las tres pantallas del escenario del Malvinas comenzaron a reproducir un excelente vídeo a modo de introducción, para que luego explotara todo con "Hangar 18". Pocos recitales viví en mi experiencia, en donde la gente cantando realmente tapara a la banda, a Dave Mustaine casi no se lo escuchaba, y esto seguiría en gran parte del show. Realmente impresionante.
Sin dar respiro, la banda arremetió con "Reckoning Day", "In My Darkest Hour" y "Wake Up Dead", frente a un público endemoniado que cantaba y pogeaba sin parar, en un estadio aclimatado por muy buenos juegos de luces. Chris Broderick en la segunda guitarra, el histórico David Ellefson en el bajo, y Shawn Drover a cargo de la batería, son la formación estable que acompaña al colorado y le da continuidad a Megadeth, desde hace ya cuatro años. Los clásicos que no pudieron faltar fueron "Sweating Bullets" y "She-Wolf", calentando aún más la temperatura del Malvinas.
"Dawn Patrol" pondría algo de calma a la noche, pero más tarde "The Killing Road", volvería a poner todo en su estado natural en lo que un recital de Megadeth respecta. Las pantallas del escenario jugaron un papel importante en la noche, reproduciendo imágenes acordes con cada tema, y también pasando escenas de películas en donde se hace referencia a la banda, como "Wayne´s World 2", por ejemplo.
A mitad del show llegaría el turno del tema "Trust", que fue muy festejado por todos. También sonaron temas del último CD "Super Collider" (2013), éstas fueron "Kingmaker" y el cover de Thin Lizzy, "Cold Sweat".
A pesar de que la fecha fue vendida como el "20 aniversario del disco Youthanasia", la banda salió a aclarar días antes del show, que no iban a tocar el álbum en su totalidad. Y fue así, solo tres canciones sonaron de la placa, " A Tout Le Monde", sería la última en donde Mustaine demostraría todo su cariño por el país, posando con una bandera argentina con el logo de la banda.
El triplete final fue compuesto por "Peace Sells", donde apareció en el escenario la mascota de la banda, Vic Rattlehead, arengando a la multitud. Más tarde, el infaltable y esperado "Megadeth, aguante Megadeth..." de la gente, se hizo sentir en "Symphony Of Destruction", y para terminar a todo pogo "Holy Wars... The Punishment Due", dió el golpe final para la presentación que duró una hora y media.
A ésta altura y desde hace ya mucho tiempo, Megadeth en Argentina, es un clásico, y éste es de la gente. El nivel del show de la banda, ya pasa a ser algo secundario, lo que realmente importa es lo que se vive abajo, la pasión que los estadounidenses generan en el país está a simple vista. Un romance que ya cumplió nada menos que veinte años.
Por: Emiliano Delle Donne.
Finalmente, 21:30 horas terminaría la espera cuando las tres pantallas del escenario del Malvinas comenzaron a reproducir un excelente vídeo a modo de introducción, para que luego explotara todo con "Hangar 18". Pocos recitales viví en mi experiencia, en donde la gente cantando realmente tapara a la banda, a Dave Mustaine casi no se lo escuchaba, y esto seguiría en gran parte del show. Realmente impresionante.
Sin dar respiro, la banda arremetió con "Reckoning Day", "In My Darkest Hour" y "Wake Up Dead", frente a un público endemoniado que cantaba y pogeaba sin parar, en un estadio aclimatado por muy buenos juegos de luces. Chris Broderick en la segunda guitarra, el histórico David Ellefson en el bajo, y Shawn Drover a cargo de la batería, son la formación estable que acompaña al colorado y le da continuidad a Megadeth, desde hace ya cuatro años. Los clásicos que no pudieron faltar fueron "Sweating Bullets" y "She-Wolf", calentando aún más la temperatura del Malvinas.
"Dawn Patrol" pondría algo de calma a la noche, pero más tarde "The Killing Road", volvería a poner todo en su estado natural en lo que un recital de Megadeth respecta. Las pantallas del escenario jugaron un papel importante en la noche, reproduciendo imágenes acordes con cada tema, y también pasando escenas de películas en donde se hace referencia a la banda, como "Wayne´s World 2", por ejemplo.
A mitad del show llegaría el turno del tema "Trust", que fue muy festejado por todos. También sonaron temas del último CD "Super Collider" (2013), éstas fueron "Kingmaker" y el cover de Thin Lizzy, "Cold Sweat".
A pesar de que la fecha fue vendida como el "20 aniversario del disco Youthanasia", la banda salió a aclarar días antes del show, que no iban a tocar el álbum en su totalidad. Y fue así, solo tres canciones sonaron de la placa, " A Tout Le Monde", sería la última en donde Mustaine demostraría todo su cariño por el país, posando con una bandera argentina con el logo de la banda.
El triplete final fue compuesto por "Peace Sells", donde apareció en el escenario la mascota de la banda, Vic Rattlehead, arengando a la multitud. Más tarde, el infaltable y esperado "Megadeth, aguante Megadeth..." de la gente, se hizo sentir en "Symphony Of Destruction", y para terminar a todo pogo "Holy Wars... The Punishment Due", dió el golpe final para la presentación que duró una hora y media.
A ésta altura y desde hace ya mucho tiempo, Megadeth en Argentina, es un clásico, y éste es de la gente. El nivel del show de la banda, ya pasa a ser algo secundario, lo que realmente importa es lo que se vive abajo, la pasión que los estadounidenses generan en el país está a simple vista. Un romance que ya cumplió nada menos que veinte años.
Por: Emiliano Delle Donne.
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